Desde siempre, he observado el comportamiento de otras personas. Sentía curiosidad por saber lo que hacía única a cada una de ellas. Recuerdo que muchas tardes, en el parque, me quedaba observando y escuchando la forma en la que andaban y se comunicaban las personas. La conexión que existe entre el cuerpo y las palabras. Tuve claro desde niño que la profesión de actor era una imitación de la vida real. Eso es lo que me hizo elegir este camino. Todas las decisiones que he ido tomando desde entonces han estado enfocadas a conseguir estar en esta maravillosa profesión.
Elegí la asignatura de Artes Escénicas en 2º de Bachillerato. Y en la primera escena que hice encima del escenario, sentí que estaba en el lugar que tenía que estar. Que cuando algo que sientes desde tan pequeño, no tienes forma de sacártelo de la cabeza, es porque vas en la dirección correcta. Me gustaría poder explicarlo bien pero solo puedo decir que, en ese momento, dejó de existir todo lo que era y volví a disfrutar jugando a la interpretación.
Al terminar Bachillerato, en 2020, quise seguir con la formación y me metí a estudiar la diplomatura de Interpretación para cine y televisión, en el Instituto del Cine de Madrid. Desde el 2021 hasta el 2024. Aprendiendo de profesionales como Fran Gil Ortega, María Morales, Chos Corzo y Esther Ortega. Y donde, las demás diplomaturas e interpretación, nos juntábamos en las prácticas para grabar cortometrajes.
En 2024 también realicé un curso de Voz, impartido por Verónica Ronda.
Y actualmente, sigo con la formación en un entrenamiento actoral impartido por Luis Bondia.
